Asunción, 29 oct (EFE).- El fortalecimiento de la seguridad ciudadana es "imperativo" para los países iberoamericanos, según un comunicado aprobado hoy en la cumbre celebrada en Asunción, que además expresa su condena al secuestro.
En el documento, los jefes de Estado y de Gobierno destacan que la seguridad es "una condición necesaria para el ejercicio de la libertad", por lo cual consideran que cada Estado tiene la responsabilidad de "mantener un sistema de prevención del delito y justicia penal eficaz, justo y humano".
"Es imperativo fortalecer la seguridad ciudadana por parte de los Estados" como máximos responsables del "control del comercio, la posesión y el uso de armas de fuego, municiones, explosivos y accesorios", indica el texto aprobado en la XXI Cumbre Iberoamericana.
Igualmente subraya que competen al Estado las iniciativas de desarme, campañas contra la violencia armada, y de combate al tráfico ilícito de armas de todo tipo, y que estos esfuerzos deben "complementarse con la cooperación y asistencia regional".
Sin embargo, advierte, los esfuerzos para responder a la violencia y la delincuencia deben hacerse en un marco de "irrestricto respeto" de las instituciones del Estado a los derechos humanos.
El documento incluye una condena el secuestro "sea con fines políticos o económicos", así como a "la trata y tráfico de personas, la violencia de género y el maltrato infantil".
La inseguridad ciudadana es un flagelo que afecta a la mayoría de los países de la iberoamericanos, hasta el punto de que el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, dedicó hoy parte de su discurso la "crisis de seguridad" que golpea a la región.
Un informe divulgado esta semana en Ginebra por la organización Small Arms Survey señaló que los centroamericanos son los ciudadanos del mundo con más riesgo de morir de manera violenta.
El documento, titulado "Carga global de la violencia armada" señaló que entre 2004 y 2009 Centroamérica registró más de 29 asesinatos por cada 100.000 habitantes, la tasa más elevada entre todas las regiones del planeta.
Según ese informe, El Salvador es el país más peligroso del mundo, con 62 asesinatos por cada 100.000 habitantes entre 2004-2009, y Honduras y Guatemala están entre los siete países más peligrosos del mundo, con tasas en ambos casos superiores a los 49 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
En otro comunicado, los líderes iberoamericanos rechazaron "la criminalización de la migración" y cualquier asociación que se haga de los migrantes, independientemente de su estatus legal, "con la delincuencia organizada transnacional y los temas transversales de seguridad".
El texto expresa también el reconocimiento de la comunidad iberoamericana a "la importancia del aporte económico, social y cultural" de los migrantes al desarrollo de las sociedades de las que proceden y de las que los acogen. EFE
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