Como parte de los proyectos de servicio a la comunidad de la Policía Nacional y con el respaldo del Ministerio del Interior, en Azuay se capacitó a la brigada barrial de Morochoquigua, uno de los sectores más conflictivos de la ciudad, en temas como la prevención de delitos.
Alrededor de 80 personas, entre ellas, moradores de la zona y miembros de la brigada barrial acudieron a la Unidad de Policía Comunitaria, UPC, para recibir las charlas de cuatro policías, quienes se encargaron de la capacitación.
Uno de ellos, el cabo Marco Muñoz, de la Policía Comunitaria del Azuay, indicó que para lograr el control de la seguridad en los barrios, se requiere la colaboración de los mismos moradores, que son parte de las brigadas barriales. Estos ciudadanos son los encargados de vigilar sus zonas y de dar aviso a la Policía Comunitaria, en caso de observar algo sospechoso.
Colaboración
En la capacitación dada en Morochoquigua, trataron como punto esencial, la presencia de delincuentes que acuden al sector para esconder artefactos, electrodomésticos, vehículos y otros objetos robados, incluso animales.
“Para que la capacitación alcance los objetivos deseados, es necesario el compromiso de los habitantes y la colaboración de barrios aledaños, con el fin de comunicar a la Policía si ven a sujetos en actividades sospechosas. El problema se da cuando algunos moradores se oponen a colaborar”, comentó Muñoz.
Morochoquigua es considerado uno de los sectores más conflictivos de Cuenca, en este lugar la Policía ha efectuado varios operativos antidelincuenciales. El objetivo es emprender una campaña de prevención y así recuperar a este sector.
Capacitación de seguridad
En el Azuay existen 116 brigadas barriales, de las cuales 74 están en Cuenca. Reciben dos sesiones de capacitación año. La primera trata sobre normas de seguridad y prevención de delitos, para que sean ellos los que comuniquen a sus familiares y resto de habitantes. Como parte de la prevención, se dividen en grupos para turnarse en las noches y vigilar sus barrios.
Para apoyar la primera capacitación, los brigadistas reciben clases de autoprotección, por parte del Grupo de Operaciones Especiales (GOE). La finalidad de esta actividad es que el ciudadano se proteja, pero no enfrente al delincuente. Los brigadistas no poseen armas, son “los ojos y oídos de la Policía”, recalcó Muñoz.
En la segunda capacitación, de tipo evaluativa, se informa sobre los resultados de los primeros seis meses, para proceder a nuevos cambios en caso de no contar con resultados satisfactorios. Además, conocen sus ventajas y desventajas para mejorar los siguientes seis meses y brindar la seguridad necesaria.
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