Seguridad ciudadana: entre lo objetivo y lo subjetivo

Es necesario entender a la seguridad ciudadana en los dos fenómenos que la componen: Objetivo y subjetivo.

En el fenómeno objetivo estaría el crimen y la violencia, esta última que puede ser física o simbólica. Se consideran en este campo la violencia intrafamiliar, juvenil discriminación de género, generacional, por etnia, maltrato de niños, niñas y adolescentes.

En el fenómeno subjetivo está la percepción de inseguridad y el miedo. La percepción de inseguridad no tiene una relación directa con la incidencia delictiva necesariamente. En nuestro país el índice de percepción de inseguridad, entendida según la encuesta de victimización 2008 como la “medida de la conciencia que tiene una persona sobre hechos, conciencia individual y social sobre la criminalidad, intervenida por la información diaria recibida a través de los medios de comunicación y la comunicación entre ciudadanos de una comunidad” es de 44,4%, es decir tres veces mayor que la victimización real que alcanza un índice del 12,7% en ese mismo año.
La percepción de inseguridad se diferencia del miedo en que en el segundo la persona cambia sus hábitos de vida por la inseguridad.
La percepción de inseguridad, en cambio, es la posibilidad que creo tener de ser victimizado. La percepción de inseguridad menoscaba la credibilidad que los y las ciudadanas tienen en las instituciones del Estado para garantizar el libre ejercicio de sus derechos y libertades.

En vista de que son fenómenos diferentes de la seguridad, cada uno de ellos tiene una dinámica y lógica propias, por tanto la necesidad de un tratamiento diferenciado y políticas específicas que apunten a su reducción.